jueves, 3 de junio de 2010

El ADN “basura”

La molécula portadora del material genético es el ADN o ácido desoxirribonucleico. Por sus propiedades es capaz de replicarse fielmente, garantizando así la transmisión de la información genética a la descendencia. Su estructura fue motivo de controversia durante muchos años, hasta que en 1953 James Watson y Francis Crick dedujeron el modelo de la doble hélice basándose en los experimentos de Rosalind Franklin.

La célula no usa directamente el ADN, porque éste se encuentra en el núcleo y las reacciones de la vida tienen lugar en el citoplasma. Para saltar esta barrera el ADN es transcrito a ARN (ácido ribonucleico), que sí puede salir del núcleo. Cuando lo hace, es traducido a la correspondiente proteína en los ribosomas.

En su día me explicaron este proceso con un bonito símil: el ADN es la biblioteca que recoge los planos de las distintas “máquinas” que tiene la célula. Pero como son unos libros únicos y muy valiosos, no dejan llevarlos a casa para que no se estropeen. Por ello, los “habitantes” de la célula sólo pueden hojearlos y tomar notas: las notas serían el ARN. Luego, fuera de la biblioteca, fabrican las máquinas según los apuntes tomados.

Según lo anterior, la principal función del material genético es almacenar la información que permite a la célula sintetizar sus proteínas. Pero lo curioso es que no todo el material genético sirve para codificar proteínas: en el hombre sólo el 1,5-2 % del material genético codifica proteínas: el 98 % del ADN es “ADN basura”. Es curioso saber que más del 70 % del material genético está formado por repeticiones.

La pregunta que se hace la ciencia es la siguiente: si la naturaleza tiende a la “ley del mínimo esfuerzo”, ¿por qué “se esfuerza” en copiar tanto material “inútil”, despilfarrando energía? ¿O esto nos quiere decir que realmente es tan importante o más que el ADN génico? Y más aún: ¿por qué el resto de los seres vivos cuyo genoma ha sido secuenciado total o parcialmente (E. coli, C. elegans, S. cerevisiae, D. melanogaster, e incluso la rata) tienen mucho menos ADN basura que nosotros?

Algunas regiones específicas del material “basura” tienen funciones concretas, como el regular qué proteínas se transcriben y cuáles no (esto es muy importante: cualquier error se traduce en una enfermedad); pero los mecanismos por los que actúan no están del todo claros o son bastante complejos.

También es posible que el ADN basura tenga más funciones, pero hoy día no se conocen… Por ello, su finalidad es una incógnita y la búsqueda de la misma es una de las grandes líneas de investigación de la genética.

No hay comentarios:

Publicar un comentario